Del 29 de mayo al 2 de junio: Semana de reflexión colectiva por la defensa de nuestras condiciones laborales e incumbencias profesionales

Del 29 de mayo al 2 de junio: Semana de reflexión colectiva por la defensa de nuestras condiciones laborales e incumbencias profesionales

Semana de reflexión colectiva por la defensa de nuestras condiciones laborales e incumbencias profesionales

Desde el año 2013, para nuestro colectivo profesional, Mayo se ha constituidos en un mes de lucha por la defensa de nuestras condiciones de trabajo.

Mayo es reivindicación y ejercicio de memoria colectiva en el recuerdo de nuestra compañera Laura Iglesias.

Mayo es resistencia ante el avasallamiento de nuestras incumbencias profesionales. 

Mayo es exigencia de salud laboral como condición irrenunciable.

Mayo es la denuncia incansable de los femicidios.

En la decisión institucional del CATSPBA por abordar las implicancias de las condiciones laborales en el ejercicio profesional del Trabajo Social sin lugar a dudas el femicidio de nuestra colega Laura Iglesias, mientras se desempeñaba como trabajadora social del Patronato de Liberados Bonaerense el 29 de mayo de 2013 en la ciudad de Miramar, ha sellado una posición de la cual no hay retorno. Mientras se sostengan las condiciones de precarización laboral y de la vida, de desprotección institucional, de descuido de la salud laboral y de avasallamiento de las incumbencias profesionales el único lugar en el cual podemos ubicarnos es el de la organización y la lucha. 

Asumimos el compromiso junto a colegas, compañerxs de trabajo y familiares en el pedido de Verdad y Justicia, así como, la exigencia de las medidas necesarias para alcanzar toda la verdad sobre lxs responsables -políticos y materiales- del femicidio de Laura. Esta lucha, que hoy cumple una década, traspasó ampliamente las fronteras del PLB y se constituyó en referencia extrema de las consecuencias de aquello que acontece cotidianamente en nuestros espacios socio-ocupacionales.

El asesinato de Laura se inserta en una trágica historia de violencia patriarcal, donde su vida fue quitada por el hecho de ser mujer. Su muerte marcó un punto de inflexión en nuestro colectivo profesional, que desde hace tiempo venía instalando la necesidad de discutir sobre las condiciones laborales y del ejercicio profesional. Este terrible desenlace puso frente a todxs nosotrxs la cara más cruel y deshumanizada de la precarización laboral donde la responsabilidad del Estado no pudo ser silenciada: «el ahorro estatal» fueron las condiciones de muerte para Laura.

La vida arrebatada de nuestra compañera significó un giro abrupto en nuestra agenda y organización profesional. Los diálogos desde los aportes de los feminismos, los intercambios y encuentros en las luchas masivas de las mujeres y disidencias frente a la opresión y violencias, la revisión de los marcos de referencias agotados frente a la realidad, trazaron un camino en el que seguimos fortaleciéndonos.

En un contexto de ajuste y vaciamiento sistemático de los servicios públicos, resulta central la disputa por condiciones institucionales para el pleno ejercicio profesional; visibilizando y denunciando las implicancias que imprimen en nuestros procesos de intervención la ausencia de prestaciones sociales y asistenciales de calidad para responder a las desigualdades -cada vez más crecientes- de los sectores poblacionales con los que trabajamos. La precarización de nuestras vidas refleja la precarización del conjunto de los sectores trabajadores, al mismo tiempo que, las formas de intervención estatal moldeadas bajo respuestas focalizadas y burocratizadas frente a la reproducción cotidiana de la vida humana ha marcado la degradación de nuestra propia condición como trabajadoras. 

Seguimos reivindicando la reflexión permanente como inherente a nuestros procesos de trabajo, en esta semana en particular, convocamos a todxs nuestrxs colegas de la provincia de Buenos Aires a sostener en el marco de sus jornada laborales, espacios de reflexión colectiva sobre las condiciones laborales y las incumbencias profesionales, sus expresiones, limitaciones y conquistas en cada espacio de trabajo, así como los procesos de organización y lucha que sean necesarias darnos para objetivar el horizonte de defensa incansable de los derechos humanos que como profesión nos convoca. 

A 10 años de su femicidio, seguimos luchando, denunciando y resistiendo en rebeldía.

Compañera Laura Iglesias: Presente! 

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